Elegir suelo para tu casa es tan importante como la elección de los muebles o la pintura de las paredes o incluso más ya que probablemente tendrá que durar mucho tiempo. A la hora de elegir suelo tienes que valorar diferentes factores de decoración pero también circunstancias personales, si tienes niños pequeños o animales quizás no es buena idea escoger un suelo muy delicado o de difícil mantenimiento. También es fundamental tener en cuenta el tipo de estancia y factores como la humedad, la temperatura o la cantidad de paso que espera cada espacio. A continuación, desde Kibuc, hacemos un pequeño repaso de algunos tipos de suelo que puedes encontrar en el mercado con sus ventajas e inconvenientes.
Cerámica. Es uno de los materiales más usados gracias a su resistencia, a su fácil instalación y a su precio moderado. Además, su mantenimiento es sencillo y es fácil de limpiar.
Gres. Una de las ventajas principales es que te permite escoger entre una gran variedad de colores, estilos y dibujos en función del estilo decorativo de tu hogar. Estos suelos están hechos a base de cerámica de pasta roja o blanca sobre la que se crea un diseño u otro en la baldosa, que después será esmaltada. Su precio es económico.
Madera. Estos suelos aportan a tu ambiente elegancia, calidez y son un excelente aislante. Entre sus desventajas destacaríamos que son más caros y que su mantenimiento en óptimas condiciones no es tan sencillo.
Tarima flotante o parquet. Es la alternativa más económica al suelo de madera. Son más fáciles de mantener y más resistentes a manchas, arañazos y desaguisados varios. En un próximo post hablaremos de cómo mantener este tipo de suelos.
Moqueta. La encontramos en países como Inglaterra en casi todas las casas. Es un suelo más típico de países fríos y proporciona la sensación de estancia alfombrada. Ideal para ir descalzos pero nada fácil de colocar y mantener bien limpia.
¿Qué te parecen estas ideas para elegir suelo para tu casa? ¿Cuál es el ideal para ti?
