Sábanas, fundas nórdicas, plaids… Con estos trucos conseguirás alargar la vida de tu ropa de cama y mantenerla como el primer día. ¿Cómo limpiarla? ¿Cómo guardarla y cuidarla? Todas las respuestas aquí.

Fuera lo viejo

Abre tu armario y saca fuera todos los conjuntos de sábanas, fundas o mantas que estén desgastadas y ya no utilices. Agradecerás recuperar un poco de espacio y poder organizar mejor la ropa de cama con la que decidas guardar.

Organización antes todo

¡Cada oveja con su pareja! Organiza la ropa por conjuntos, no dejes que se amontonen de forma desordenada, así evitarás que se arruguen. Coloca en estantes más accesibles los conjuntos de temporada y nórdicos y mantas durante en los estantes superiores.

La limpieza a la orden del día

Lo ideal es hacerlo cada 6 o 7 días. Si tienes protector de colchón, tendrás que limpiarlo igual que lavas las sábanas, es susceptible que retenga bacterias y o manchas.

Antes de lavar las sábanas comprueba en las etiquetas qué tipo de lavado debes programar. La mayoría las podrás lavar de 40ºC a 60ºC. Lo ideal es hacerlo con agua templada o caliente para así eliminar suciedad, ácaros y polvo.

Opciones de secado

La más práctica suele ser si tienes una secadora, utilizar un programa corta o baja temperatura para tenerlas secas en un momento. Si no tienes secadora en casa, lo mejor es tenderlas al aire libre, si son de color mejor a la sombra para que no se deteriore el color. Dóblalas lo antes posible para que no se resequen.

Un truco para guardarlas

Lo ideal es hacerlo por juegos y usar una de las fundas de almohada para colocar dentro todo el juego y así almacenarla como un paquete. Así seguro que no se te extravía ninguna pieza y las localizarás mucho mejor.

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